A medida que fue pasando la temporada he ido cogiendo forma e incluso me veía que podía probar el participar, pero ya había dado mi palabra y no iba a echarme atrás.
Luego llegó el sábado de las clasificatorias y al ver como se había cargado la montaña durante estos días, me entraron muchas ganas de esquiar...pero tenía una obligación muy importante que al final llegó a ser enormemente gratificante: juzgar a los compañeros que iban a poner todo su nivel en la montaña para hacer un buen papel en El Dorado.
Se hizo briefing de seguridad y de montaña. Situación de líneas, seguridad, presentación de la organización y una vez acabado, todos a descansar que había que madrugar al día siguiente.
Sábado....el despertador suena a las 6.30 y me despierto de un salto. Me visto, intento despertar a mi compañero de habitación, el también juez de esquí Edu Carreras, pero es tarea difícil y prefiere perderse el desayuno para luego estar un poco más descansado...
Desayunamos y a las 7.30 quedamos en la estación para hacer el sorteo de dorsales y el chequeo de material (es obligatorio el APS, arnés y protecciones)

Los riders comienzan a caminar y los jueces, encabezados por el jefe de jueces Jose Felix y supervisado por Jarkko Henttonen, supervisor del Freeride World Tour, nos vamos hacia la zona decidida donde nos están montando la carpa.
"Vaya nieve!! levanta mucha estela. La que se prepara es gorda. Vamos chavales que no se escape ni un detalle" fueron algunos de los comentarios que salieron espontaneamente durante esa bajada.
Comienza el espectáculo y las chicas van primero. La mayoría optó por las canales más evidentes menos Mauds, que desvirga la cima del Cataperdis haciendo una línea muy bonita y agresiva. Fue un paso por encima de las demás y eso se vio premiado al final.
Después vienen los chicos. Alternamos entre esquí y snow para dar más fluidez a la prueba y comenzamos a vibrar con el espectáculo. Líneas imposibles y mucha concentración para intentar puntuar lo más justo posible.

Una vez acabados todos los riders, vamos al village a hacer recuentos de puntuaciones. El día ha aguantado bastante bien, aunque con luz plana que multiplicaba la dificultad de cada línea. Al día siguiente la previsión era bastante peor. Daban nubes toda la mañana y tormenta a partir de medio día.
Muchos preguntaron si se iba a hacer la competición y la respuesta fue que si. Debíamos ver que ocurría el domingo por la mañana.
Después de una tarde de charla y relax en el Hotel Bringué, nos vamos a dormir ya que tocaba diana de nuevo a las 7.
Llegamos a la estación y nos abren la silla a las 8.30. Aunque con nubes, hay buena visibilidad. Mejor que la de sábado. Los riders van llegando y mientras visualizan la montaña con la luz de la mañana, se va montando el village. Llegan los helis y todo va a comenzar en breve, ya que se debe agilizar la competición para evitar la tormenta.

