Nuevamente estamos en Esquel ya acabando nuestros días en Argentina. La verdad que está pasando rápido, demasiado rápido,....es lo que tiene estar a gusto.
Los últimos días fueron de forfait+rando, rando y forfait + rando en La Hoya. La montaña comenzaba a cargarse bien con las últimas nevadas y ventadas. La ventada que nos acompañó todo el viaje desde El Bolsón se había dejado notar en La Hoya y había formado la famosa cornisa de la avalancha además de dejar la estación bien apetitosa.
Hubo un poco de todo. Un día de estación donde después de recorrer los rincones se nos unió Jordi y a última hora nos fuimos hasta el Cañadón de las Agujas donde una sorpresa en forma de 25 cms de powder nos sorprendió tanto como nos sorprendió que nadie hubiese bajado por ahí todavía. Brutal.
Hubo otro día donde comenzamos con forfait y acabamos con las pieles para poder llegar de nuevo hasta el Cañadón debido al Vendaval (y digo VENDAVAL) que azotaba la estación. Las sillas recicladas de alguna estación europea o americana iban inclinadas a unos niveles un poco extremos hasta que desistimos de seguir tomando remontes y seguimos de la manera más segura...andando. Costó llegar debido a la poca visibilidad de la nieve volando (o como decimos por aquí, el 'torb') y las acumulaciones de nieve que te encontrabas y había que ir rompiendo. Pero bueno, poco a poco llegamos y como había ocurrido otras veces el viento había dejado el Cañadón listo para ser reventado únicamente por nosotros. Fue el mejor regalo de despedida que nos podía hacer esta pequeña y acogedora estación que a partir de ahora siempre recordaré de manera especial.
Ese día finalizó en el refugio del Slalom Club tomando una buena Esquel delante del fuego antes de ser recogidos por Jordi y bajar a La Chacra a despedirnos de toda la familia entre pizzas, empanadas y buenas conversaciones. Echaré de menos estos ratos.
El día siguiente comenzó bien temprano. Nos esperaba un autobús hasta Bariloche, un avión hasta Ezeiza y finalmente otro hasta Barcelona. Un viaje largo aunque con la felicidad de los buenos momentos compartidos se pasa mucho mejor. Gracias a todos los que habéis formado parte de este viaje!!!
FIN
Los últimos días fueron de forfait+rando, rando y forfait + rando en La Hoya. La montaña comenzaba a cargarse bien con las últimas nevadas y ventadas. La ventada que nos acompañó todo el viaje desde El Bolsón se había dejado notar en La Hoya y había formado la famosa cornisa de la avalancha además de dejar la estación bien apetitosa.
Zona de la avalancha |
Lorelei dropeando el Cañadón de las Agujas |
Lo que todos venimos a buscar... |
Saliendo del tubo final de las agujas |
Apretando los cambios |
Entre nubes de nieve |
Saltitos de verano |
Uhmmmm |
Contento |
Más contento :) |
Lorelei por la zona del TBar |
Chocolate caliente para esquivar un día frío |
Vendaval |
Último sector de las agujas |
Jordi bajando por el último tubo de las agujas |
Rubia o morena...? |
Mejor castaña...y Esquel (L) |
Concierto en el Slalom Club de La Hoya |
El día siguiente comenzó bien temprano. Nos esperaba un autobús hasta Bariloche, un avión hasta Ezeiza y finalmente otro hasta Barcelona. Un viaje largo aunque con la felicidad de los buenos momentos compartidos se pasa mucho mejor. Gracias a todos los que habéis formado parte de este viaje!!!
FIN
Cheers! |
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