El Pic de Ségure es una montaña de 2990 msnm situado en el Parc Regional du Queyras, en los Alpes de Haute Provence. Este inicio de temporada estaba siendo muy seco en los Alpes y después de recorrernos Chamonix, Courmayeur y Cervinia decidimos poner rumbo hacia Briançon para encontrarnos con Carles Pons que llevaba unos días por allí.
Un libro de excursiones de rando nos motivó para ir a hacer noche al pueblo de Ristolas, un lugar precioso y frío situado a 1620 msnm y con las calles todavía cubiertas de nieve (y eso que la última nevada fue hace quince días!) y hacer una salida marcada hasta el Pic de Maloqueste...teníamos un plan!
Nos despertamos plácidamente aunque la mañana se levantó gélida. -15 ºC muy soleados nos recibían de puertas hacia fuera de la furgo. Esta entrada de norte que estaba dejando temperaturas muy bajas a todos los Alpes franceses nos iba a acompañar durante toda la actividad.
Una vez atravesamos el pueblo hasta llegar a unos remontes abandonados vestigio de un intento de estación de esquí progresamos por su línea hasta dejarlos atrás y seguir subiendo por un bosque que no se cuantas veces nos repetimos lo bien que podría estar en buenas condiciones de nieve. Porque nieve había pero ya comenzaba a estar en mal estado.
Cuando llegamos al final de la línea de bosque vimos el Maloqueste a la izquierda y a lo lejos a la derecha vimos el Pic de Segure, más imponente e interesante que el primero. Así que fuimos hacia allí.
Poco a poco progresamos y a medida que ganábamos altura también se intensificaba el frío y el viento. Tanto frío que a 50 metros de la cima me cambié los guantes de caminar por los de esquí y se me congelaron los dedos. Tardé un rato en recuperarlos! Calculamos que estaríamos a una sensación térmica de -20 o menos...
Los últimos metros hasta la cima subí con Carles con los crampones puestos. Arriba mucho frío y unas buenas vistas del Queyras que quedaron para el recuerdo.
Una vez abajo, con los esquís recuperados, nos pusimos a bajar por una nieve costra, dura y bastante exigente para esquiar que obligaba a utilizar los cinco sentidos. Bajamos hasta llegar a la línea de bosque donde la nieve se volvía azúcar y algo más fácil de esquiar.
Finalmente el último tramo de regreso por un camino pisado esquivando piedras, arbustos y saltando bloques de hielo hasta llegar de nuevo de regreso a Ristolas con la luz del atardecer.
Sin duda salió un gran día sin tener las mejores condiciones de nieve.
El pueblo de Ristolas |
Un libro de excursiones de rando nos motivó para ir a hacer noche al pueblo de Ristolas, un lugar precioso y frío situado a 1620 msnm y con las calles todavía cubiertas de nieve (y eso que la última nevada fue hace quince días!) y hacer una salida marcada hasta el Pic de Maloqueste...teníamos un plan!
Despertar helado |
La dirección que íbamos a tomar |
Nos despertamos plácidamente aunque la mañana se levantó gélida. -15 ºC muy soleados nos recibían de puertas hacia fuera de la furgo. Esta entrada de norte que estaba dejando temperaturas muy bajas a todos los Alpes franceses nos iba a acompañar durante toda la actividad.
Paradinha para recuperar las pieles de Carles |
Seguimos progresando por el bosque |
Una vez atravesamos el pueblo hasta llegar a unos remontes abandonados vestigio de un intento de estación de esquí progresamos por su línea hasta dejarlos atrás y seguir subiendo por un bosque que no se cuantas veces nos repetimos lo bien que podría estar en buenas condiciones de nieve. Porque nieve había pero ya comenzaba a estar en mal estado.
Condiciones justas después de la última nevada |
Cuando llegamos al final de la línea de bosque vimos el Maloqueste a la izquierda y a lo lejos a la derecha vimos el Pic de Segure, más imponente e interesante que el primero. Así que fuimos hacia allí.
El Pic de Ségure al fondo |
Descansito |
Poco a poco progresamos y a medida que ganábamos altura también se intensificaba el frío y el viento. Tanto frío que a 50 metros de la cima me cambié los guantes de caminar por los de esquí y se me congelaron los dedos. Tardé un rato en recuperarlos! Calculamos que estaríamos a una sensación térmica de -20 o menos...
Efectos del viento |
Reagrupando |
Los últimos metros hasta la cima subí con Carles con los crampones puestos. Arriba mucho frío y unas buenas vistas del Queyras que quedaron para el recuerdo.
Una vez abajo, con los esquís recuperados, nos pusimos a bajar por una nieve costra, dura y bastante exigente para esquiar que obligaba a utilizar los cinco sentidos. Bajamos hasta llegar a la línea de bosque donde la nieve se volvía azúcar y algo más fácil de esquiar.
Bajada encostrada y técnica |
Carles ya en el bosque |
Nieve polvo reciclada o 'nieve azúcar' en el bosque |
Finalmente el último tramo de regreso por un camino pisado esquivando piedras, arbustos y saltando bloques de hielo hasta llegar de nuevo de regreso a Ristolas con la luz del atardecer.
Últimas curvas llegando a Ristolas |
Nuestro destino a punto de ponerse el sol. Las caras sur muy tocadas. |
Sin duda salió un gran día sin tener las mejores condiciones de nieve.
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