El día siguiente nos activamos todos pronto para
desayunar y ponernos en marcha hacia La Torta, al Oeste de Esquel. Después de cruzar la llanura de la Laguna de la Zeta, llegamos a la antesala
del Parque Nacional de los Alerces. Una zona donde el asfalto lo ven de lejos y el simple hecho de desplazarse es una aventura. Las condiciones de vida son duras.
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Cruzando la llanura hasta el Cordón de La Torta |
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Cerro La Torta en primer plano |
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Pueblos inhóspitos |
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Reflejos de un día frío... |
Remontamos unos kilómetros por pistas y
caminos entre bosques de Lengas hasta que el camino estaba demasiado helado y
decidimos continuar con las pieles. El objetivo? La Torta aunque debido a lo
tupido del bosque todavía no se veía.
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Las vacas sorprendidas...no deben recibir muchas visitas |
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Seguimos avanzando...todavía sin problemas |
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Formaciones curiosas del barro húmedo y el hielo |
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Desde aquí comenzamos con las pieles |
Poco a poco avanzamos cruzando ranchos hasta
que llegados a un claro vemos que el camino hasta la base de la montaña se va a
hacer largo…Es difícil calcular las distancias en parajes tan desérticos! Así
que decidimos tomar otro camino que sube hacia la izquierda y que nos lleva
hasta una tranquera que debemos cruzar.
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Progresando por la pista |
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Casita idílica en medio del bosque |
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Seguimos avanzando... |
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Se vende caravana...barata |
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Vistas en un claro |
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Seguimos arriba por el desvio hacia la izquierda |
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Cada vez más nieve |
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Lore de chus con las pieles |
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Así se pasan las tranqueras |
Seguimos hacia arriba ya con el claro final
del bosque a la vista y, unos kilómetros después, ya cuando habíamos desistido en
encontrar cualquier signo más de civilización, nos encontramos algo que no
esperábamos: Un refugio y los signos de lo que parece una estación de esquí.
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Welcome to Monte Bianco! |
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Telecuerda y pista de debutantes |
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Paraíso del reciclaje |
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Refugio / cafetería de la base |
Se trata de Monte Bianco, un proyecto de un
soñador llamado Yiyo Simeone.
Quizás por su espíritu emprendedor poco habitual por estas tierras o quizás por su hastío hacia la excesiva burocracia local no despierta muchas simpatías….aunque el hecho es que este
hombre ha iniciado en sus tierras un proyecto de estación de esquí precaria tal
cual se debieron iniciar en Europa en los principios del esquí. Todos mis respetos hacia él.
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Yiyo Simeoni y su chimenea a todo trapo |
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Detalle de las mesas |
Un telecuerda accionado con motor de camión
daba cobertura a una pista de debutantes. Vemos dos personas trabajando en su
parte superior así que nos acercamos a saludar. Después de unos minutos de
conversación los parentescos familiares de Bani unido a que Jordi fue
entrenador de uno de ellos en el Club de Esquí de la Hoya nos ayudan a
desencallar una conversación que en un principio parecía un poco tensa por
parte de los dos operarios. Los operarios se tratan de Yiyo Simeoni y German
Roberts ‘Loly’, propietario y gerente de la mini-estación que a partir de ahí
se muestran muy amables con nosotros.
Nos comentan que tienen un telearrastre que
compraron a Pal esperando en el puerto de Buenos Aires esperando a ser
instalado y que en la parte superior hay otro refugio que se trataría de la
zona superior de la estación. Luly se ofrece a venir con nosotros hasta la
parte superior con sus esquís de montaña y enseñarnos un poco la zona.
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Acompañados de Loly hacia la estación superior |
Subimos entre un bosque de Lengas hacia la
parte superior. Es un bosque abierto, nos recuerda mucho a los bosques
japoneses, y acumula toda la nieve que el frecuente viento transporta desde
zonas superiores la cual es mucha. Nos lleva hasta un extremo de la montaña y
una apertura del bosque nos deja ver unas vistas impresionantes del valle de la
Zeta, el cordón de La Hoya, etc….
Desde allí seguimos unos minutos más y llegamos
hasta el segundo refugio que se sitúa bajo una prominencia rocosa protegido de
las inclemencias y con unos ventanales que bien podrían hacer una residencia de
lujo para ricos en experiencias.
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Llegando al refugio superior |
Se ve La Torta y otras montañas con unas
posibilidades enormes. No paro de verle similitudes con los clubfields de Nueva
Zelanda y lo bien que se podría desarrollar esta zona de una manera sostenible.
Bien podría ser un complemento ideal alternativo para La Hoya a pocos
kilómetros de Esquel. El Baguales de Esquel?...podría ser...
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Vistas de 10 |
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El patio de casa |
Allí charlamos con Luly y con Yiyo que subió
en moto de nieve y nos ponen al día de sus proyectos hasta que nos decidimos a
bajar hasta el refugio. La bajada por el bosque nos confirma lo que habíamos
pensado sobre los bosques nipones: esta zona tiene unas posibilidades enormes y
se puede volar entre Lengas. Brutal.
Llegados al refugio inferior nos invitan muy
amablemente a tomar tortas fritas y chocolate caliente. Es un día frío así que
lo agradecemos además que entran como si fuese el mejor manjar. Y una vez
acabamos se ofrecieron a acercarnos hasta el coche con su pick-up por el camino
sinuoso que abrió Yiyo para poder llegar hasta la base. Toda una aventura.
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Invitados a tortas fritas y chocolate caliente. Muchas gracias! |
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Foto despedida de grupo. Loly, Jordi, Yiyo, Bani, La cocinera, Lore, Yo y Ceci |
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Bajando con la pick-up de Loly |
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Going down on a pick-up truck |
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Aquí hay más grip |
Llegados abajo nos despedimos de Yiyo y Loly
contentos y sonrientes del gran día que había salido y prometiendo que volveríamos….
Sigue
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Paisajes Patagónicos |
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