martes, 30 de agosto de 2016

This is La Patagonia…Volvemos a Monte Bianco…Parte 4

Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas aunque en este caso no fue así. Después de la nevada que cayó en La Hoya y del viento de Oeste que soplaba con fuerza elegimos regresar a Monte Bianco a comprobar que, como nos aseguraron, allí el efecto del viento era nulo.

Dirección Monte Bianco

De hecho el día anterior subiendo a la Hoya ya habíamos visto como la cota de nieve había bajado en la zona de La Torta y el bosque estaba cubierto con una buena capa de nieve. 20 kms de diferencia y podíamos apreciarlo….tenemos bien la vista!

Subimos temprano. La mayor preocupación era hasta donde estaría la cota de nieve y cuando comenzaríamos a foquear….podría ser que la subida fuese larga aunque lo dudábamos.

Hasta aquí llegamos


Unas curvas antes de donde aparcamos el último día ya no pudimos seguir. Intentamos todo….spray-cadena, patinaje artístico, e incluso montar en marcha pero todo fue en vano y tuvimos que comenzar a caminar ahí mismo. Cuando comenzamos nos adelanta Yiyo Simeoni que va cargado hasta los topes con Loly, la cocinera y otra persona que no acabo de ver. Suben con su Cherokee con ruedas de barro nuevas aunque con la cantidad de nieve que hay y sabiendo como se las trae el caminito no pinta que vayan a llegar hasta arriba. Luego lo veremos.

Comenzamos a remontar

Aquí dejamos el coche el último día

Casi soledad

Las trazas del Cherokee de Yiyo y las nuestras
Seguimos subiendo con cada vez más nieve, al principio siguiendo la pista y luego trazando por medio del bosque que cada vez se ponía más empinado. Cuando quedaban unos 100 de desnivel para llegar a la base de Monte Bianco escuchamos el rumor de la máquina excavadora que utilizan de quitanieves y vemos en la pista el Cherokee que no pudo subir más y a Yiyo manejando la máquina abriendo el camino para que llegasen los turistas. Un portento de la naturaleza este hombre que con sus 72 años da una guerra todavía que muchos jóvenes quisieran.


Remontando por bosque

Se comienza a poner tieso

Descansito


Casi arriba, por el camino de acceso

Finalmente llegamos hasta la base y nos encontramos a Loly dispuesto a pisar la pista de debutantes con la moto de nieve. Nos comenta que La Hoya ha cerrado por viento y tienen un grupo de 8 personas esperando a subir en la base. No les queda ni nada.

Vamos a la playa...oh oh oh ohh

Remontando hacia el refugio superior

Llegando al final del bosque

Nos ofrecemos a abrirle la traza hasta el refugio de arriba y él encantado. De otra manera le hubiese sido muy complicado subir solamente con la moto. Nos pusimos a abrir traza por medio del bosque. Hay muucha nieve y cada vez más pesada así que cada paso hay que apretarlo bien pero no hay nada que supere la sensación de abrir una traza, ya sea de subida o de bajada, por un bosque con pow. Así que felices!

Lore y Ceci ya fuera del bosque llegando al refugio

En el refugio

Hoy estaba cerrado...aunque bien colgado de nieve

Las vistas desde aquí son un espectáculo

Llegamos al refugio de arriba y está cerrado…normal. Las vistas son de hipo y el viento que sopla en la cumbre también. Aun así vamos a intentar llegar hasta arriba, una última subida asequible que el viento va a convertir en imposible. Una pena ya que nos quedaremos sin ver el Lago Futalauquen.

Remontando hacia arriba...todavía sin azotar el viento en exceso

Lo mismo....se ve al fondo el viento que hace en las cimas

Jordi y Ceci un poco más arriba

Bajamos por el bosque de Lengas y aunque la temperatura está subiendo y la gran cantidad de nieve está un poco pesada, se puede esquiar y apretando se hunde a gusto. Estuvo muy bien!!

Un saltito por el bosque

Apretando el papapow

Ya en la base vemos que Monte Bianco trabaja a todo trapo con 7 u 8 turistas tomando el remontador con motor de camión. Nos quedamos unos instantes admirando el esfuerzo de esta gente por promocionar el deporte que tanto amamos. Era como teletransportarse a unos tiempos que no vivimos: los del inicio del esquí.

Seguimos nuestra bajada por medio de los bosques hasta que la falta de nieve nos obliga a caminar los últimos metros de regreso al coche. Volviendo a Esquel, con el cuerpo cansado, nos alegramos que volvió a salir un gran día...Sigue

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