miércoles, 27 de octubre de 2010

21 días en NZ - La Serie (Part 7)

...al día siguiente, un 'unexpected'. Alex se encuentra fatal y se queda durmiendo en el hostel. Hemos salido pronto para llegar a Ohau a una hora decente, Thierry, Mollu, Ramón (roncando en la parte trasera) y yo. Atravesamos un puerto de montaña pensando encontrar alguna gasolinera en los siguientes 60 kilómetros, pero no es así y con toda la suerte del mundo y rezando a San Paketon, llegamos hasta Obarama donde llenamos el depósito y respiramos tranquilos. De allí seguimos hasta el cruce de Ohau y decidimos subir por la carretera, después de recoger a un local que nos dice que la carretera está bien.




El día está tapado, y a medida que avanzamos por el camino para llegar a la estación, nos metemos en una densa niebla. Y menos mal, porqué me tocaba conducir y no quería ver los abismos por los que estábamos pasando. De repente se comienza a disipar la niebla, hasta que se revela un cielo azul impresionante y dejamos el inmenso mar de nubes debajo....de ensueño. Paramos a hacer unas fotos y finalmente llegamos a la estación. Un telesilla y un telecuerda. Y listo. Suficiente para que el equipo nacional Austriaco femenino entrene en su pista (habéis leído bien...en singular)

Subimos y después de un par de bajadas por la pista recién pisada y fría, nos ponemos a caminar y buscar líneas. Hicimos cuatro líneas en total y todavía encontramos pow. Thierry se comporta bien y sigue el ritmo, aunque se nos desinfla al final.








Ramón se añadió a medio día, pero no estaba demasiado fino con su catarro e iba mareado. Cuando acabamos el día, fuimos a la caravana, y con Smashing Pumpkins en la cafetería, hicimos un zumo de cebada mientras se ponía el sol. Todavía me vienen recuerdos sentados delante de la caravana mirando la montaña encendida mientras locales nos preguntaban sobre nuestro viaje.

Luego bajamos, poco a poco de nuevo. Ahora no había niebla y la carretera impresiona mucho. De nuevo a Wanaka (no hay manera de salir de allí), a recoger a Alex. Le recogemos y cuando nos volvemos a poner de camino para dormir en Obarama, la caravana comienza a hacer extraños. Segundo contratiempo: llevamos una rueda floja, o pinchada. Llenamos aire y parece que aguanta, así que seguimos el viaje hasta nuestro destino, al que llegamos con la llanta: habíamos pinchado.

Ya de noche, con la caravana aparcada en un taller, nos ponemos a dormir...cuando a media noche, un coche aparca a nuestro lado con el punto muerto y pisando el gas a fondo. Pensar que en estas 'ciudades' no hay nadie de día, de noche ya ni te cuento. La situación era un poco tensa, hasta que salimos a ver que ocurría....y era de chiste: un borracho comatoso que se durmió con el pie apretado a fondo en el gas para tener calefacción. Surrealista.

Al día siguiente ya no está. El taller abre un poco tarde y nos repara la rueda. El problema es que tanto los neumáticos como la rueda de recambio están con los hierros a vista. Paberse matao... Llamamos a la empresa de alquiler y nos dice que aparquemos en la siguiente ciudad, y de ahí no nos movamos. Va bien, ya que de ahí sale la carretera al siguiente clubfield: Roundhill, o el nutcracker más largo del mundo (o sea, el más largo de Nueva Zelanda)

Hacemos dedo y nos suben diversos coches. A Thierry y a mi nos sube un chavalote, que luego nos bajó, en un Land Cruiser con un buen rollo encima contagioso. Ojalá su buen karma le acompañe siempre.




Roundhill es una ladera y una colina. Sin más. Se llega relativamente bien y tiene un park decente, donde hacían una competi. En la ladera, de unos 30 grados, está instalado el telecuerda de kilómetro y medio. Y aguantar eso con el nutcracker requiere unos antebrazos de Hulk Hogan combinado con una técnica depurada....llegué arriba del todo dos veces solamente.

La bajada invitaba a dar gas, aunque poco a poco se fue tapando y se quedó en 'whiteout' de nuevo. Hicimos unas cuantas bajadas a placer hasta que nos cansamos, y abajo quedamos con el chaval que nos subió, que se ofreció a bajarnos de nuevo.

Nos volvió a dejar en la caravana, que ya teníamos arreglada. Decidimos ir hacia Fairlie para esquiar en Mt Dobson al día siguiente.




En Mt Dobson, nuevamente a dedo hacia arriba. Es domingo, así que hay bastantes coches y no tenemos problemas en subir. Una vez arriba, vuelvo a alucinar. Cuatro casetas prefabricadas: una la taquilla+cantina, donde una chica de Val d'Isere se encargaba de vender forfaits, vender barritas y bebidas, y preparar el plato del día, una sopa de zanahoria...la empleada del mes!!. Otra caseta es el alquiler de material, otra del club de esquí y la cuarta los lavabos. Nada más.




Una versión antigua del famoso Nutcracker!!



Donde miras Ramón??

La estación es un telesilla y una T-bar. Está todo bastante trillado pero aún así exprimimos bastante el terreno...caminando claro está.









Una vez acabamos, seguimos ruta hacia el norte. Era la última semana y debíamos ir hacia Christchurch...pero de mientras haríamos una parada en el Mt. Cook....Sigue

martes, 26 de octubre de 2010

21 dias en NZ - La Serie (Part 6)

...deliberando que hacer, después de casi hacernos pagar un taxi desde Queenstown hasta Wanaka o de alquilarnos un coche, convencemos al 'drink team' de llevarnos hasta Wanaka, para dejarnos en un hostel y ellos regresar al día siguiente hacia Queenstown de nuevo e ir al Milford Sound.


Llegamos a Wanaka justos para el briefing de la competición, y nada más llegar nos encontramos a David Alzieu, que está haciendo temporada en Cardrona y se apunta a todas las competis. Después de los saludos pertinentes, vamos hasta la mesa de inscripciones, donde Hamish Acland nos da la bienvenida, nos da el dorsal, y nos informa que las condiciones de la montaña obligan a poner la competi 'on-hold' hasta nuevo aviso, así que nos tendremos que quedar en Wanaka unos días.

Esa noche dormimos en el Aspirigne Camping (el mejor camping de NZ según reza su propia publicidad), y hemos quedado con David al día siguiente para subir a Treble Cone y explorar la zona de la compe.

Al día siguiente, David no aparece. Por lo que averiguamos más tarde, nos intercambiamos mal los teléfonos, así que nos quedamos sin subir ese día. Nos dejaron en el Matterhorn hostel y se fueron dirección Queenstown.

Pasamos el día disfrutando del solecito y las temperaturas agradables de Wanaka. Parece mentira que sea el equivalente al febrero! Nos encontramos a Guy Díaz y Scotty Jordan, este último en muletas ya que se hizo daño el primer día que llegó. Mala suerte, pero 'shit happens'!


A la tarde nos apalancamos en la habitación para leer, escribir, relajarse...hasta que Mollu suelta un grito: 'MIERDA!! nos dejamos las botas en la caravana!!'...DIOS, me dio un vuelco el corazón. Como podemos tener tanta mala suerte??

Nos intentamos poner en contacto con Ramon y Alex, pero es muy difícil por temas de coberturas y de falta de internet. De mientras vamos a hacer una batida de tiendas en busca de las mejores botas posibles. Lo mejor que encontramos son unas Head de flex 100 que no tienen un mal primer tacto.

Al día siguiente subimos con un bus. Después de pelear un rato, nos dejan el forfait a mitad de precio como habían prometido en el briefing (en NZ son bastante corsarios con el tema $). Hay nubes bajas, y todo apunta a que habrá una ventana de buen tiempo para poder inspeccionar los Motatapu Chutes desde la ladera de delante.

Comenzamos a esquiar. Os aseguro una cosa, podéis esquiar con esquís de slalom, con esquís de gigante, con unos Quechua o unos snowblades...da igual, pero esquiar con botas de alquiler es una sensación muy mala. Me estrangulan el tobillo, y en cambio me deja el empeine y la caña sueltas. El Flex no se puede atacar....que maravilla! Necesitamos nuestras botas urgentemente.


Se cumplen las previsiones y se abre un rato. Los Motatapu Chutes MOLAN. Son una zona de couloirs de 30 grados hasta 45-48 grados, rodeados de moles de piedra, que dan mucho juego. Miramos líneas y hacemos fotos, hasta que se vuelve a tapar y bajamos de nuevo al hostel.

Por la tarde jacuzzi y relax, y conocemos a Thierry, un simpático suizo que nos pregunta si puede juntarse con nosotros después de la competi, para ir a los club fields del norte (ese era nuestro plan). No vimos ningún problema, así que nos pareció bien y le dimos el ok!

El día siguiente siguió on hold, y no subimos. Por aprovechar el día, fuimos a hacer jet boating por un rio, con la reencarnación de Shane McConkey de guía. Estuvo divertido!






Y a seguir esperando las botas. Finalmente, después de un par de discusiones vía skype, acceden a venir a traernos las botas desde Dunedin. Gracias Alex.

Finalmente llegaron con las botas sobre las 12 de la noche, con un gripazo los dos que asustaba. Al día siguiente había que estar a las 7.30 de la mañana en la base de la estación para hacer el último briefing y habíamos quedado en el super con David para subir juntos.

Esta vez si! David puntual como un reloj, nos recoge, y después de pasar un control de alcoholemia de salida de Wanaka, llegamos a Treble Cone bastante puntuales, como todos los riders.

David, Romain Bellon, Janina Kuzma, Fraser McDOugall, B Devine, Alex Lynden,...mires donde mires da miedo, la gente no está aquí para hacer wedeln precisamente. Nos explican de que va a ir el tema, y no hace falta que expliquen mucho. El tema va a ir de nieve muy dura y precisión, y el que más confíe en sus piernas, y más se conozca la zona, se llevará el podio!

El jefe de seguridad de Treble Cone nos advierte que tengamos mucho respeto por la montaña y los esquiadores, que la zona hace una semana y media que no se abre en vistas a esta competición, y la gente quiere andar por ella. Llegamos al top del Saddle Basin y nos dirige a todos en grupo hasta los chutes para hacer una inspección esquiándolos, pero sin saltar.

Se sale de un llano previo a los chutes, y eso ya descoloca un poco. Llego a explorar una zona, y veo un tubo que ya había visto y por el que me quiero meter, y observo que había subestimado totalmente la inclinación. Quería saltar una roca que desestimo después de ver la salida que tiene, pero me meto dentro del chute, veo una variante y otra roca que me parece más factible. Bien. Sigo abajo, veo un par de rocas más, un par de cornisas, un lip para jugar con él, y a meta. Ok. Visto. Vamos a la silla y a calentar, que nos toca de los últimos en salir.

No vemos a nadie competir, y vamos haciendo bajadas para calentar hasta que finalmente nos toca. Primero Mollu y luego yo. Cuatro gritos de ánimo a su salida y me preparo. 'Raul Díez, are you ready?? - yes I am!!- OK!! So droping in 3,2,1..Gogogo!'





Estupendo...cuatro giros por el llano previo a gas hasta que sigo mi referencia para llegar al chute y cuando llego...pero si aquí no es!!. Me metí por otro chute más suave del lado. Voy bajando, saltando todo lo posible, improvisando la línea, me cruzo por un lip, salto algo más, juego con otro lip y me planto abajo. Romain, David y Mollu están abajo regañándome porqué no me metí por donde dije...en fin, me lo pasé bien!!



Bueno, bajamos a la base de TC y a la entrega de premios. Cuando acaba bajamos y nos reunimos con el 50% de la compañía, que estuvo jugando a golf (...). Cuando nos plantamos con Thierry, comentándoles que nos acompañaría, no parecen muy entusiasmados, aunque acaba viniendo. Esa noche dormimos allí y a la mañana siguiente nos pondríamos en camino a Ohau....Sigue

lunes, 25 de octubre de 2010

O.M.F.G.!!

Siento interrumpir la serie tan aclamada sobre NZ, pero esto se está poniendo que arde!! Ha entrado el primer Norte de la temporada que está comenzando a blanquear nuestro Pirineo, e inevitablemente me ha abierto las retinas. Por mucho que se esquíe, esta sensación la seguiremos teniendo con cada nevada, y más con la primera de la temporada...

Os presento la primera de la temporada 2010-2011. Riders! comenzar a encerar suelas y afilar cantos!! Ja la tenim aquí!!

viernes, 22 de octubre de 2010

21 días en NZ - La Serie (Part 5)

...Llegamos a Wanaka ya bien entrada la noche y dormimos en un párking delante del skatepark. Llueve y no hace demasiado frío, así que no hay muchas expectativas para el día siguiente, cosa que anima al gran Ramón a salir un rato con el mestre Mollu.






Al día siguiente nos levantamos para ir a Treble Cone. El día se levanta despejado y nos dicen que está nevando en pistas. YES!! vámonos corriendo!!! Llegados a la base de TC, hemos de dejar la motorhome y nos sube un servicio de taxi que nos cobra 20 NZD por subir y bajar....


Llegamos a la base, y de nieve nada, llueve y la cota está algo más arriba. Nos informan que solo hay una silla abierta y dos pistas....'ok, hemos pagado 20 dolares, no vamos a irnos ahora, cuanto vale el forfait?' '91NZD...' (la chica nos mira con cara de avergonzada, no me extraña!!) 'queee??? vaaya robo!! anda va, pagamos que estamos aquí para eso, vamos arriba'

Esquiar lloviendo es bastante denigrante: se cala toda la ropa, las gafas se empañan y la nieve engancha, pero bueno, es agosto, estamos en las antípodas y 'it's always good as long as it's snow', así que subimos por la silla y además de llover hay niebla....o sea, un día perfecto para desabrocharse las botas y hacer técnica. Poco a poco se va tapando cada vez más, comienza a nevar muy húmedo y vamos a tomar algo para calentarnos. En la cafetería nos choca ver al equipo sueco de alpino, Jon Olson incluido, con mallas y casco de freestyle de RedBull. Recordemos que su objetivo es disputar el gigante en las próximas olimpiadas con el equipo sueco. Tarea bien difícil.

Volvemos a esquiar y seguimos practicando técnica y giro corto. Me lo paso bien apretando el giro a los Katanas, muy bien! Desde luego, esquiar es mucho más que el powder, esquíes con el arma que esquíes. De ese día no hay fotos.

Finalmente bajamos hasta la caravana. En Wanaka decidimos irnos hacia Queenstown a ver si en Remarkables ha nevado. A medio camino recibo un mail: habíamos sido aceptados Mollu y yo para competir en la final del NZ big mountain open, evento que me hace especial ilusión, por eso de disputar un FWQ 3 estrellas en la otra punta del mundo.


Queenstown es un Lloret de Mar a la inglesa. Demasiado artificial a primera vista, aunque en un entorno brutal. La mayoría de los residentes están allí para emborracharse en la ciudad más animada de la isla del sur. Muchos adolescentes con el carnet de conducir recién aprobado conducen por sus calles con el hip hop a fondo y el brazo colgando por la ventanilla con sus ocupantes al borde del coma etílico, cual imitación barata de Dr. Dre.

Cenamos en un japonés (NZ está llena de japoneses, y de sushi bars) y el frente rider (Mollu y yo) nos retiramos pronto para esquiar al día siguiente. El frente hooligan se queda a torturarse cuerpo y hígado.

Remarkables...estación comercial. Despertamos para transportar a dos resacosos hasta la base de la estación, donde Alex hizo un esfuerzo sobrehumano y nos acompañó a sudar sus excesos. Tipsy se quedó roncando...

Subimos en bus, y allí vimos que era algo más grande que Mt Hutt. Hicimos un par de bajadas para inspeccionar la estación, más comercial que nunca, con sus respectivas colas y domingueros. El terreno está mármol en su parte media y baja, pero aun así salto alguna roquita que me hace tope de suspensión y salgo rebotado. Decidimos subir más arriba, a la zona backcountry, y después de pasar el control de Arvas hay una zona en la cara sur donde si hay polvo (un tanto granulado), unos 15 cms sobre una capa dura. Menos es nada!




Cuarenta y cinco minutos de pateo y hacemos una línea bastante divertida con un par de roquitas. Llegamos a la zona de control de Arvas y volvemos a subir a por otra línea, con una roquita que ya han estrenado. Vamos a por ella!



45 minutos de pateo más y llegamos. Un par de curvas y un par de fotos y hacemos la roca sin más problemas que esquivar los tiburones que aparecen una vez se recepciona.




De ahí, vamos a la cara suroeste, a hacer otro pateo de una horita. Aquí no encontraremos pow, pero si una capa de firn gustosa, y un Kea muy simpático, que no para de hacer monadas para que le demos algo de comer. Al final tanta insistencia acaba con una de las mejores fotos del viaje por mi parte, el casi-robo de uno de mis palos y un bolazo de nieve para que nos dejase en paz.







Y ya nos vamos abajo. Regresamos a la caravana, con Ramon durmiendo, recogemos y debemos regresar a Wanaka Mollu y yo, pero aquí se plantea uno de los dilemas del viaje. El 50% queremos ir al NZ Open, y el otro 50% quiere ir al Milford Sound....Sigue