jueves, 14 de octubre de 2010

21 días en NZ - La Serie (Part 3)

...día siguiente, segundo día completo en Nueva Zelanda y todavía con jetlag. Nos despertamos en el frío y precario camping de las afueras de Methven, donde no apetecía ni darse una ducha, y nos fuimos a desayunar a un restaurante del pueblo muy acogedor y con WiFi, donde descubrimos una de las especialidades de NZ: el Capuccino

Methven es una ciudad de estilo western que la utilizan muchas empresas de Heliski como base para subir a las montañas. Bastante acogedora. Una vez desayunamos, conectamos con el mundo y compramos provisiones en el super, nos pusimos en marcha rumbo Creigiburn, bastante tarde ya, por el Arthur's Pass.

Arthur's Pass




Llegamos a la base de Creigiburn esperando encontrar una carretera o un servicio de bus hasta la estación....JA. Se nos había estropeado la calefacción de la motorhome, y aunque me había llevado mi saco de plumas con el que no tuve ningún problema, el resto se moría de frío solamente con edredones encima, así que teníamos que arreglar el problema antes de llegar a ningún sitio. Llamamos a la compañía de motorhomes que nos envió un mecánico, pero tardó tiempo en venir desde Christchurch, así que nos apalancamos en la base de Broken River a esperar. Y sin ningún tipo de cobertura.


Cuando llega el mecánico, arregla la calefacción y es casi mediodía. Aparcamos en la base de Creigiburn, en un lugar donde la señal es bien explícita: 'No campervans allowed up the road, hitch hike a ride', así que después de fracasar un rato a que pase algún coche y nos suba, decidimos subir un trozo caminando la carreterita, a ver si es tanto como dicen....


...es peor. Un camino de tierra lleno de nieve y hielo, eso es lo que es, con unos barrancos que asustan a un lado, y piedras a punto de desprenderse del otro. No acabamos de dar crédito a lo que vemos, y mucho menos nos podemos imaginar lo que al día siguiente encontraríamos...






Pasamos la tarde con libros y conversaciones, pronto a dormir, y al día siguiente nos preparamos pronto. A las 8.30 ya estamos delante de la motorhome haciendo dedo. Para que?? para esperar dos horas a que viniese el primer coche. Y todavía tuvimos que esperar media hora más a que llegase una pareja canadiense en furgoneta que no pudo subir el día anterior por falta de tracción. Nos juntamos 8 en total para subir santiguados, y después de media hora llegamos al párking. La montaña se abre y las luces tan características de NZ dan un aire mágico al lugar. Tiene mucho desnivel y todo comienza desde abajo. Además la última nevada todavía queda latente en unos árboles un tanto extraños, que junto a los Keas que pululan a sus anchas, dan un misticismo peculiar.



Caminamos diez minutos por una senda nevada dejando al paso unas casetas cual bungalows rodeadas de bosque hasta la taquilla. Comprando el forfait nos damos cuenta que tendríamos que vernos con otra sorpresa: el nutcracker!!. Nos alquilan un cinturon de culturista con un cascanueces atado, que sería pieza clave del remonte. Lo recibimos con ilusión, como un juguete nuevo. Nunca vimos nada igual!



Diez minutos más caminando y llegamos hasta la base del remonte. En resumen: pilonas de metro y medio de alto de madera, poleas, motor de tractor y una soga de marinero. That's it. Ese va a ser nuestro remonte hasta lo más alto de la estación, por cierto, todo lo accesible con unos incipientes baches de la gente del día anterior, pero sin retracs ni nada parecido. Y bastante desnivel.




Todavía habían líneas por hacer...bastantes además, caminando por la cresta del circo, por lo que aunque hicimos cinco líneas bastante separadas una de la otra, no nos cansamos en exceso. En una de ellas, fuimos por todo un backside muy juguetón, hasta más abajo del párking de acceso al field. Ahí vimos que mucha mucha nieve no hay, y debajo hay tiburones que dejan huella en las suelas.Luego 10 minutos caminando y volvíamos a estar en el párking, y 10 minutos más y en las taquillas, y 10 más y en el remonte....



Debemos ser unos 40 en la estación, y todos nos conocemos....es la ventaja de ser poquitos. Al final del día nos invitan a un zumo de cebada en una cafetería-refugio con vistas al backside donde hicimos casi todas las bajadas. Todo un éxtasis mirar las líneas con las luces del día cayendo. Cuando preguntamos a que hora cierran nos dicen: 'cuando os queráis ir!' jajaja nos quedamos con la boca abierta

Nos reunimos en el párking con los canadienses y bajamos por la pista nevada con algún que otro susto. Ya en la caravana celebramos de nuevo el estar abajo y nos despedimos sin saber si nos encontraríamos de nuevo. Nos pusimos rumbo al Arthur's Pass hacia Temple Basin, en previsión que una tormenta con lluvias estaba a punto de llegar, y quizás allí no llegaría....Sigue

No hay comentarios: