El día está tapado, y a medida que avanzamos por el camino para llegar a la estación, nos metemos en una densa niebla. Y menos mal, porqué me tocaba conducir y no quería ver los abismos por los que estábamos pasando. De repente se comienza a disipar la niebla, hasta que se revela un cielo azul impresionante y dejamos el inmenso mar de nubes debajo....de ensueño. Paramos a hacer unas fotos y finalmente llegamos a la estación. Un telesilla y un telecuerda. Y listo. Suficiente para que el equipo nacional Austriaco femenino entrene en su pista (habéis leído bien...en singular)
Subimos y después de un par de bajadas por la pista recién pisada y fría, nos ponemos a caminar y buscar líneas. Hicimos cuatro líneas en total y todavía encontramos pow. Thierry se comporta bien y sigue el ritmo, aunque se nos desinfla al final.
Ramón se añadió a medio día, pero no estaba demasiado fino con su catarro e iba mareado. Cuando acabamos el día, fuimos a la caravana, y con Smashing Pumpkins en la cafetería, hicimos un zumo de cebada mientras se ponía el sol. Todavía me vienen recuerdos sentados delante de la caravana mirando la montaña encendida mientras locales nos preguntaban sobre nuestro viaje.
Luego bajamos, poco a poco de nuevo. Ahora no había niebla y la carretera impresiona mucho. De nuevo a Wanaka (no hay manera de salir de allí), a recoger a Alex. Le recogemos y cuando nos volvemos a poner de camino para dormir en Obarama, la caravana comienza a hacer extraños. Segundo contratiempo: llevamos una rueda floja, o pinchada. Llenamos aire y parece que aguanta, así que seguimos el viaje hasta nuestro destino, al que llegamos con la llanta: habíamos pinchado.
Ya de noche, con la caravana aparcada en un taller, nos ponemos a dormir...cuando a media noche, un coche aparca a nuestro lado con el punto muerto y pisando el gas a fondo. Pensar que en estas 'ciudades' no hay nadie de día, de noche ya ni te cuento. La situación era un poco tensa, hasta que salimos a ver que ocurría....y era de chiste: un borracho comatoso que se durmió con el pie apretado a fondo en el gas para tener calefacción. Surrealista.
Al día siguiente ya no está. El taller abre un poco tarde y nos repara la rueda. El problema es que tanto los neumáticos como la rueda de recambio están con los hierros a vista. Paberse matao... Llamamos a la empresa de alquiler y nos dice que aparquemos en la siguiente ciudad, y de ahí no nos movamos. Va bien, ya que de ahí sale la carretera al siguiente clubfield: Roundhill, o el nutcracker más largo del mundo (o sea, el más largo de Nueva Zelanda)
Hacemos dedo y nos suben diversos coches. A Thierry y a mi nos sube un chavalote, que luego nos bajó, en un Land Cruiser con un buen rollo encima contagioso. Ojalá su buen karma le acompañe siempre.
Roundhill es una ladera y una colina. Sin más. Se llega relativamente bien y tiene un park decente, donde hacían una competi. En la ladera, de unos 30 grados, está instalado el telecuerda de kilómetro y medio. Y aguantar eso con el nutcracker requiere unos antebrazos de Hulk Hogan combinado con una técnica depurada....llegué arriba del todo dos veces solamente.
La bajada invitaba a dar gas, aunque poco a poco se fue tapando y se quedó en 'whiteout' de nuevo. Hicimos unas cuantas bajadas a placer hasta que nos cansamos, y abajo quedamos con el chaval que nos subió, que se ofreció a bajarnos de nuevo.
Nos volvió a dejar en la caravana, que ya teníamos arreglada. Decidimos ir hacia Fairlie para esquiar en Mt Dobson al día siguiente.
En Mt Dobson, nuevamente a dedo hacia arriba. Es domingo, así que hay bastantes coches y no tenemos problemas en subir. Una vez arriba, vuelvo a alucinar. Cuatro casetas prefabricadas: una la taquilla+cantina, donde una chica de Val d'Isere se encargaba de vender forfaits, vender barritas y bebidas, y preparar el plato del día, una sopa de zanahoria...la empleada del mes!!. Otra caseta es el alquiler de material, otra del club de esquí y la cuarta los lavabos. Nada más.
Una versión antigua del famoso Nutcracker!!
Donde miras Ramón??
La estación es un telesilla y una T-bar. Está todo bastante trillado pero aún así exprimimos bastante el terreno...caminando claro está.

Una vez acabamos, seguimos ruta hacia el norte. Era la última semana y debíamos ir hacia Christchurch...pero de mientras haríamos una parada en el Mt. Cook....Sigue
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